Tratados comerciales: ¿qué dicen los datos?
En la nota periodística publicada en La Nación el 4 de febrero, titulada "Diversificar exportaciones: el reto de Costa Rica en cinco mercados con TLC", se mencionó la oportunidad de ampliar el comercio con cinco mercados con los que el país mantiene tratados de libre comercio (TLC): Canadá, México, Colombia, Chile y China.
La nota afirma que la balanza comercial es deficitaria con estos cinco países. Sin embargo, al analizar la misma base de datos del Banco Central (BCCR) consultada por La Nación, se observa que en el Régimen de Zona Franca el balance es positivo, en contraste con el total del país.
El comercio de bienes desde las zonas francas fue superavitario en 2024, con $8.678 millones, de los cuales $4.585 millones correspondieron a EE. UU., es decir, un 53% a su favor.
También hubo superávit con México y Canadá. Las empresas de este régimen, por otra parte, no dependieron de las importaciones de insumos desde China y, quizás por ello, mostraron resiliencia exportadora, incluso durante la disrupción en la cadena de suministro causada por la pandemia.
Este superávit en la zona franca se debe a que las empresas que operan en este régimen son más competitivas que las locales, pues compiten a escala internacional con productos industriales de alta demanda.
Debe tomarse en cuenta que los acuerdos comerciales preferenciales (ACP) o multilaterales modifican las condiciones de competencia de los países, generando cambios en la dotación y remuneración de los factores y, en general, en el bienestar de la población.
Evaluar el impacto de los tratados comerciales no es una tarea sencilla y no solo se debe considerar el superávit comercial como variable evaluadora. Por ejemplo, se deben analizar los conceptos básicos de creación de comercio y desvío de comercio.
La creación de comercio ocurre cuando se reemplaza producción nacional por producción más eficiente proveniente de un país socio, mientras que el desvío de comercio se da cuando la producción de países no socios es reemplazada por la producción menos eficiente de países socios que, gracias a la reducción arancelaria, se torna competitiva.
La creación de comercio ocurre cada vez que un país baja de forma unilateral sus barreras comerciales. En otras palabras, el desvío de comercio es propio de la apertura discriminatoria.
En el cuerpo central de esta disciplina económica se considera la creación de comercio como algo positivo para ambos países que negocian, pues permite asignar de manera más eficiente los recursos productivos del país donde se sustituyó la producción y, además, beneficia a los consumidores. Por el contrario, el desvío de comercio es negativo, ya que supone abastecerse de un país menos eficiente y sin la recaudación arancelaria previa al acuerdo.
Un análisis del comercio de bienes de Costa Rica muestra que, en promedio, el 95% está amparado por algún ACP, lo cual es una señal positiva de creación y no de desvío de comercio.
De acuerdo con datos publicados por Comex, el promedio arancelario ponderado por socio comercial alcanzó el 0,8 % en 2023, cifra que ha disminuido desde el 7 % en 1998, acercando al país a un régimen de libre comercio.
¿Por qué esto es importante? El libre comercio ayuda a reducir la pobreza, crea empleos, aumenta los ingresos y las oportunidades económicas, mejora la productividad y, por ende, el bienestar de la población.