¿Cuál es el futuro del impuesto mínimo global después de los comentarios de Trump?

IED

Estados Unidos presenta nueva oposición. Al iniciar su segundo mandato, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva que impide la implementación del Pilar 2 del Marco Inclusivo de la OCDE, conocido como el impuesto mínimo global del 15% sobre la renta corporativa, salvo que el Congreso lo apruebe (lo cual es poco probable). Además, Estados Unidos se vengará de cualquier país que aplique este impuesto a sus empresas multinacionales. 

La reforma global del impuesto sobre la renta está en un momento crucial. Los países tienen fuertes incentivos para actuar fuera de las reglas del Pilar 2, lo que podría socavar la reforma promovida por la OCDE y reavivar la competencia por tasas impositivas más bajas. Más de 140 jurisdicciones acordaron implementar el Pilar 2, con leyes nacionales respaldando el acuerdo desde principios de 2024. La OCDE estima que el 90% de las multinacionales bajo el Pilar 2 estarán sujetas a una tasa impositiva mínima del 15% para 2025, afectando significativamente la IED. Las multinacionales potencialmente afectadas, con ingresos superiores a 750 millones de euros, representaron aproximadamente dos tercios de la IED global en la última década, según fDi Markets.

El impacto de la nueva posición de Estados Unidos sobre el impuesto mínimo global se debe considerar en términos de corto y largo plazo.

A corto plazo:

  • Países que implementan la reforma: Defenderán la reforma para combatir la erosión fiscal, pero deben prepararse para posibles represalias de Estados Unidos por aumentar los impuestos a las multinacionales estadounidenses.

  • Países que no implementan la reforma: Pueden optar por tasas impositivas bajas para atraer inversiones, sacrificando ingresos fiscales potenciales.

  • Países con enfoque híbrido: Podrían aumentar impuestos para empresas multinacionales europeas mientras mantienen tratamiento tradicional para filiales estadounidenses, arriesgándose a disputas legales internacionales.

  • Enfoque unilateral de Estados Unidos: Con una reducción del impuesto corporativo al nivel mínimo global del 15% y el aumento de aranceles, EE.UU. podría atraer más inversión extranjera directa y relocalización industrial.

A largo plazo:

Un panorama fiscal fragmentado podría debilitar el Pilar 2, ya que la implementación de la reforma depende de la adopción por parte de múltiples países. Si muchos abandonan, otros se sentirán obligados a seguir, llevando a políticas fiscales independientes y posiblemente reavivando una competencia fiscal global, especialmente en el mundo en desarrollo.

Las jurisdicciones extraterritoriales, que han estado bajo presión para cumplir con la reforma, tendrán incentivos similares. Ante la erosión del consenso global, la OCDE tendrá poca influencia para evitar que esto suceda. En ese momento, la implementación también puede desacelerarse en las principales economías desarrolladas para evitar que sus propias empresas multinacionales busquen mejores estructuras fiscales. Esto destaca el desafío de lograr un consenso global sobre la reforma tributaria mientras se equilibran las estrategias nacionales de desarrollo industrial y la cooperación internacional. Con la administración actual de Estados Unidos, el papel de Estados Unidos como defensor del multilateralismo ha cambiado. Como tal, el impuesto mínimo global está en riesgo, a menos que los países de la OCDE decidan esperar a una futura administración estadounidense que pueda estar más inclinada hacia el consenso global. Alternativamente, podría considerarse la posibilidad de que Estados Unidos participe en la discusión de la OCDE para apoyar su implementación fuera del país.

Costa Rica no debe implementar de inmediato el impuesto a empresas IED en Zona Franca, muchas de ellas estadounidenses y exentas de impuestos. Podría generar competencia con otras jurisdicciones que no aplicarán ese tributo y dificultar de esa manera la atracción de grandes empresas multinacionales en el futuro.

Sandro Zolezzi

Chileno-Costarricense. Ingeniero Civil-Industrial con énfasis en optimización de recursos de la Universidad de Chile, con una Maestría en Administración de Negocios con énfasis en economía y finanzas del INCAE Business School de Costa Rica.

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