Impacto de los migrantes en el mercado laboral en América Latina y el Caribe
La migración está siendo intensamente debatida en política, tanto en países desarrollados como en América Latina y el Caribe. Estos debates generalmente carecen de evidencia empírica sólida debido a la falta de datos adecuados. Recientemente han surgido nuevos datos y estudios empíricos que ofrecen perspectivas necesarias. La mayoría de los análisis sobre migraciones en América Latina se han concentrado en el impacto de los migrantes mexicanos y centroamericanos que llegan a los Estados Unidos. No obstante, el efecto de la migración interna en Latinoamérica, incluyendo el flujo masivo de migrantes venezolanos en los últimos años, es un fenómeno que ha recibido menos atención. Este artículo resume la evidencia más reciente sobre los efectos de las migraciones en el mercado laboral observados en los países de destino dentro de América Latina.
Según el Banco Interamericano de Desarrollo (2020), la inmigración puede afectar los salarios y la empleabilidad de los nativos. Los inmigrantes pueden ser sustitutos si compiten por los mismos trabajos, causando desplazamientos o reducciones salariales. En cambio, pueden ser complementarios si aumentan la demanda de habilidades y tareas productivas de los nativos.
Los trabajadores nativos con menores niveles de calificación suelen competir con los inmigrantes en países desarrollados. Para una revisión de la literatura ver Blau y Mackie (2016) y Clemens y Hunt (2017). Estos hallazgos coinciden con estudios recientes en América Latina, como Contreras y Gallardo (2020) en Chile, quienes concluyen que la inmigración afecta negativamente los salarios de los varones con bajos niveles de calificación. Entre 2011 y 2017, la participación de inmigrantes en la población chilena aumentó del 1,4% al 4,4%, convirtiendo a Chile en un caso de estudio relevante.
En promedio, los inmigrantes en Chile tienen un año más de escolarización que los nativos. Aun así, trabajan en sectores con bajos niveles de calificación como comercio, hoteles, restaurantes, servicios inmobiliarios y trabajo doméstico. Esto impacta negativamente los salarios de los trabajadores chilenos menos calificados, especialmente los hombres, mientras que no afecta a los trabajadores altamente calificados. Los migrantes suelen aceptar trabajos para los cuales están sobrecalificados, lo que representa una pérdida de oportunidades para el país receptor. Con el tiempo, esta desconexión entre habilidades y ocupaciones tiende a reducirse, mejorando la situación laboral de los migrantes y aliviando la presión sobre los salarios de los trabajadores nativos con menor calificación.
Hiller y Rodríguez Chatruc (2020) analizan el efecto de las trabajadoras migrantes haitianas en la situación de las mujeres de la República Dominicana (RD) con diversos niveles de calificación y diferentes estructuras familiares. El corredor Haití-RD es uno de los principales corredores migratorios de América Latina y el Caribe. En 2017, por ejemplo, el 5,6% de los habitantes de la República Dominicana había nacido en el exterior, y el 87% de los extranjeros era originario de Haití. Estas cifras indican que la República Dominicana tiene una alta proporción de población extranjera en comparación con otros países de la región.
Las mujeres haitianas que viven en la República Dominicana, en general, son más jóvenes y tienen niveles educativos más bajos que las mujeres dominicanas. Por consiguiente, sería de esperar que estas inmigrantes compitan en el mercado de trabajo con las mujeres nativas cuyos niveles educativos son bajos, y no con aquellas trabajadoras altamente calificadas. De hecho, las autoras hallaron que la exposición a la inmigración está asociada con una disminución del margen intensivo de la oferta de trabajo femenina (en horas trabajadas) y de los ingresos de las trabajadoras nativas con bajos niveles de calificación.
Blyde (2020) encontró que la migración de nicaragüenses a Costa Rica afecta el empleo de la población local de manera desigual. Los individuos con bajas calificaciones compiten más con los inmigrantes por trabajo, lo que les resulta negativo. En contraste, los trabajadores altamente calificados se benefician.
Los nicaragüenses han emigrado a Costa Rica desde los años 80, pasando de menos del 2% de la población al 7% en 2018. El 78,6% de los nicaragüenses tenían estudios secundarios incompletos o menores en comparación con el 58,3% de los costarricenses. Solo el 2% había completado educación terciaria, frente al 9% de los costarricenses. La mitad de los nicaragüenses trabaja en ocupaciones elementales, comparado con el 22% de los costarricenses. Esto puede afectar más a los locales con similares niveles educativos. Blyde (2020) encontró efectos negativos leves en la empleabilidad de hombres y mujeres con bajos niveles de calificación en Costa Rica.
Bahar, Ibáñez y Rozo (2020) analizaron las políticas de amnistía en el mercado laboral. Estudiaron un programa que otorgó permisos de trabajo a casi medio millón de venezolanos en Colombia en 2018. Los autores no encontraron efectos significativos en los salarios y solo un impacto leve e insignificante en el empleo formal.
El estudio de Bahar, Ibáñez y Rozo (2020) destaca la escala y rapidez del shock migratorio analizado. Entre 2015 y 2019, alrededor de 1,8 millones de venezolanos emigraron a Colombia, aumentando su población más de 2%. Estos flujos migratorios grandes y rápidos pueden dificultar la absorción en países de destino, especialmente en países en desarrollo con mercados laborales poco profundos.
Morales y Pierola (2020) analizaron el impacto de la migración venezolana hacia Perú, el segundo país latinoamericano después de Colombia que más inmigrantes venezolanos recibió. Entre 2015 y 2019, Perú recibió aproximadamente 860.000 inmigrantes venezolanos, el 85% de los cuales se concentraron en el área metropolitana de Lima.
Centrándose en el período 2008-2018, Morales y Pierola (2020) observaron que los inmigrantes pueden tanto complementar como reemplazar a los trabajadores nativos, dependiendo de los niveles de calificación de estos últimos. Específicamente, los autores identificaron un efecto negativo leve en los ingresos de las personas con educación secundaria y un impacto positivo en la empleabilidad de aquellos con educación terciaria. También se produce una leve disminución de los niveles de informalidad entre los trabajadores nativos con educación terciaria. Por consiguiente, la llegada de inmigrantes venezolanos parece ofrecer incentivos para que los trabajadores con altos niveles de calificación pasen al sector formal, lo cual contribuye a un incremento global de su empleabilidad.
La migración es un proceso complejo que implica diversos factores económicos, sociales y de seguridad que influyen en las vidas de los individuos, tanto migrantes como no migrantes. Se necesita evidencia empírica para ayudar a los Gobiernos a debatir constructivamente sobre los beneficios y desafíos de la migración en los países de origen, tránsito y destino.